viernes, 13 de mayo de 2011

Ante todo una explicación

Para iniciar la andadura de este blog me parece imprescindible y lógico explicar de dónde procede el título del mismo: "Con toda palabra". Con él quiero hacer referencia a la importancia que en la música de cantautor tiene la palabra, la poesía de sus letras (e incluso dándose el caso habitual de que los cantautores musicalizan los versos, nacidos en principio para ser leídos, pero que sus voces hacen volar adquiriendo un valor nuevo).
Así pues me ha parecido apropiado elegir este nombre que en realidad se trata del título de un tema de Lhasa de Sela, cantautora americana que falleció el año pasado cuando contaba sólo 37 años de edad. Lhasa había nacido en 1972 en Estados Unidos, hija de un escritor mexicano y de una fotógrafa estadounidense. El arte y la sensibilidad debió formar parte de ella de manera innata y genética pues desde muy joven se dedicó a cantar, componer y escribir sus propias canciones mezclando distintos estilos como la música tradicional mejicana y la hebrea (particularmente el klezmer), con el rock. Vivió en Estados Unidos, Canadá, Francia, Méjico y de todo ellos se impregnan sus temas interpretados en español, inglés y francés.
Antes de que un cáncer se la llevara publicó tres discos: "La Llorona" (1997), cuyo título hace referencia a una leyenda tradicional hispanoamericana (cf. Wikipedia); "The Living Road" (2003) y "Lhasa" (2009). De los tres, mi favorito es el segundo, "The living road" al que pertenece el tema que da título a este blog.
La letra es sencilla, pero en esa sencillez, con sus aliteraciones y reiteraciones (e imágenes tan expresivas como "canto de mudo, mirada de ciego..."), te va conduciendo, meciéndote con dulzura pero con erotismo. La interpretación de Lhasa, con su voz característica (como veremos más abajo en el vídeo adjunto), subraya esa sensación. La letra dice así:

Con toda palabra
Con toda sonrisa
Con toda mirada
Con toda caricia

Me acerco al agua
Bebiendo tu beso
La luz de tu cara
La luz de tu cuerpo

Es ruego el quererte
Es canto de mudo
Mirada de ciego
Secreto desnudo

Me entrego a tus brazos
Con miedo y con calma
Y un ruego en la boca
Y un ruego en el alma

[Estas cuatro estrofas se repiten a continuación]


Y ahora disfrutad de la interpretación de esta artista singular: